La base de la silicona es el silicio, el segundo elemento más común en la Tierra, justo después del oxígeno. Por ejemplo, la corteza terrestre contiene aproximadamente un 28% de silicio y este material también puede encontrarse en piedras, arcilla y arena. La silicona se obtiene por reacción química. No contiene aditivos, especialmente plastificantes, y se utiliza en productos médicos desde hace más de 40 años;
La silicona se utiliza desde mediados del siglo XX, especialmente en productos médicos. Puede encontrarla en sondas, catéteres, revestimientos de agujas de punción y marcapasos, guantes y apósitos para heridas.
En la cirugía de tejidos blandos, los implantes de silicona se utilizan para compensar defectos congénitos o características derivadas de enfermedades, lesiones y envejecimiento. Muchos años de experiencia clínica y un gran número de pruebas han demostrado la seguridad de la silicona para uso médico;
En nuestra vida cotidiana, nos encontramos con la silicona en una gran variedad de formas: como ingrediente aglutinante de la espuma en los alimentos, como revestimiento repelente al agua en la ropa, como material aislante en aparatos eléctricos, como aglutinante de ácidos en productos estomacales o como portador en desodorantes.
La silicona se fabrica como elastómero de silicona, gel de silicona y aceite de silicona. Para los implantes, sólo se utiliza silicona de grado médico aprobada para implantes a largo plazo.